“No es el sol que se ha oscurecido, es el ojo del hombre el que está en sombras”
Palabras proféticas del papa San Pablo VI que puede aplicarse al mal fruto que han traído las sectas protestantes que se autodenominan como “Iglesias Cristianas”. Este fruto ha traído confusión, ignorancia, mala intención e incluso hasta calumnias, blasfemias y odio contra la Iglesia Católica (Zurutuza, 2000, p. 7).
Actualmente, tenemos miles de sectas protestantes, más que en el tiempo de este santo Papa. Cada una de estas religiones protestantes dicen falsamente ser la verdadera Iglesia de Jesucristo, desechando la Tradición y el Magisterio de la Iglesia. Los protestantes sólo se quedan con sesenta y seis libros de la Sagrada Escritura, generalmente excluyendo a los siete libros deuterocanónicos e interpretándola cada uno a su manera o conveniencia.
No obstante, San Pablo VI nos dice que “las Sagradas Escrituras son, en el diálogo mismo, instrumentos preciosos en la mano poderosa de Dios para lograr aquella unidad que el Salvador presenta a todos los hombres.” (UR 21), es decir, la Sagrada Escritura es el instrumento que los católicos debemos utilizar cuando dialoguemos con los protestantes para exponerles la verdad y regresen a la única Iglesia que fundó Cristo (cf. Mt 16, 18). En esto podemos ver que el mismo Jesucristo usó la Sagrada Escritura para rebatir a Satanás (Mt 4, 3 – 10).
La Santa Biblia muestra también que San Pablo tenía la costumbre de ir a las sinagogas de Tesalónica los sábados para demostrar que Jesús era el Mesías basándose en la Sagrada Escritura, interpretándola (cf. He 17, 1 – 3). Inclusive, San Pablo le escribió a San Timoteo de que toda “Escritura está inspirada por Dios y es útil para enseñar, rebatir, corregir y guiar en el bien.” (2 Tim 3, 16).
Sin embargo, nuestro Señor Jesucristo nos advirtió que aparecerían falsos maestros que harían prodigios capaces de engañar a los elegidos de Dios (cf. Mt 24, 24). Por esta razón, es vital que todo católico de este siglo debe estudiar la Sagrada Escritura para no dejarse engañar siendo ignorante y así poder realizar el ecumenismo que nos pedía San Pablo VI y que nos sigue pidiendo nuestra madre, la Iglesia.
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BIBLIOGRAFÍA
Pablo, P. (1964). Unitatis Redintegratio. Concilio Vaticano II (págs. 277-294). Roma: Iglesia Católica.
Zurutuza, C. P. (2000). Católico Defiende tu Fe con la Biblia. Jesús de la Misericordia.